Si eres de los que ha evitado salir al mínimo para disminuir la propagación, te felicito, porque estás ayudando a aplanar la curva de contagios, pero a la vez te habrás hecho la pregunta ¿Acaso la forma de hacer las cosas ha cambiado drásticamente? Desde ir trabajar, ejercitarte, adquirir alimentos, educarte y cuidar en general a tu familia.
También debes haberte hecho la pregunta ¿Cuánto tiempo más tendremos que seguir así?, tal vez si todas las naciones continúan imponiendo el aislamiento y alejamiento social se podría frenar la propagación y esto solo se trate de un cambio temporal en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, esto último podría no ser del todo cierto y en realidad se trate del inicio de un nuevo estilo de vida al que tendríamos que adaptarnos rápidamente.
Primero debemos entender que la finalidad de esta estricta restricción social es para que el número de infectados no provoque un colapso de los sistemas sanitarios y que la velocidad de la pandemia disminuya a un ritmo en el que se logre alcanzar un grupo de personas con inmunidad o el desarrollo de una vacuna (algo que no pasará sino hasta el 2021, si es que llega a suceder).
Pero el problema no solo es eso, si después de unas semanas de encierro, el número de nuevos casos empieza a disminuir, bastaría solamente una persona infectada en el mundo para que los brotes vuelvan a aparecer.
Para hacernos una idea de la naturaleza de este problema revisemos un modelo planteado por investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido), en donde concluyen que las medidas de alejamiento deberán ser más drásticas ni bien los ingresos a las unidades de cuidado intensivo (UCI) se incrementen, y flexibilizarse cuando disminuyan.
La mejor interpretación para el gráfico es que al tener un número limitado de camillas de tipo UCI ( representadas por los umbrales de las barra azules), si el ingreso de pacientes (representado por la línea naranja) se incrementa por encima de este umbral, por ejemplo 100 a la semana, el país cerraría todas las instituciones educativas e impondría un confinamiento social y cuando los ingresos vuelvan a caer por debajo de 50, las medidas se levantarán pero aquellas personas con los síntomas deberán seguir en confinamiento.
La conclusión es que las medidas estrictas de alejamiento social y cierre de escuelas deberían darse al menos en DOS TERCIOS del tiempo, es decir, DOS meses de confinamiento obligatorio y UNO no, hasta que tengamos al alcance una vacuna, lo que no ocurrirá como mínimo dentro de 18 meses.
Pero, ¿por qué no construir más camillas UCI para la atención de más personas al mismo tiempo?
Esta variable también fue utilizada en el mismo modelo como posible solución, sin embargo, incluso si las fábricas produjeran más camillas con respiradores y se realizarán todas las instalaciones, haría falta mucho personal de salud, como médicos y enfermeros para la atención.
De hecho en todos los escenarios (cuarentena de enfermos, cierre de escuelas y aislamiento social) el número de contagios graves sería como mínimo ocho veces mayor de lo que podrían soportar sistemas de salud tales como el de Estados Unidos o Reino Unido.
Entonces, ¿la solución es imponer una restricción social más estricta por los siguientes 5 meses?
En parte es cierto, en el escenario en que todos lo acatemos estrictamente por los siguientes cinco meses, los casos disminuirían considerablemente, pero como mencioné antes, bastaría sólo una persona infectada en el mundo para que los brotes vuelvan a aparecer.
Por lo tanto, esta tampoco sería la solución, ya que en todos los escenarios, luego de los cinco meses de confinamiento, el número de contagios volvería a incrementarse.
y ¿Cuáles serían los efectos de este nuevo estilo de vida permanente?
Entonces, si la conclusión es correcta y la solución a esta pandemia es el inicio de un nuevo estilo de vida en donde dos tercios de nuestro tiempo estaríamos confinados, no podríamos dejar de considerar lo perjudicial de su impacto para la sociedad.
Desde la óptica social los efectos emocionales en:
Desde la óptica empresarial los efectos negativos en negocios con aglomeraciones de personas:
O tal vez se trate de una buena oportunidad para un nuevo comienzo
Sin embargo, por más frío que pueda sonar, es la realidad y ya está sucediendo, y tal cual lo cita el escritor Mario Benedetti en uno de sus poemas “Aunque todo parezca nada..Vuelve a empezar!”.
Es así, una oportunidad más para adaptarse en los diferentes aspectos sociales y de salud:
Pero, en esta nueva “economía confinada” las empresas también tienen otra oportunidad para consolidar su transformación digital y evolucionar nuevos productos o servicios para nuevas necesidades.
En el 2025, echaremos una mirada atrás y recordaremos a empresas increíbles que iniciaron en el 2020 y que cambiaron el mundo para hacerlo mejor.
Fuentes:
Report COVID-19 - Imperial College London
We’re not going back to normal - MIT Technology Review
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